La serie * God of War * ha cautivado a los jugadores en cuatro generaciones de consolas de PlayStation. Cuando Kratos se embarcó en su viaje alimentado por venganza para convertirse en el nuevo dios de la guerra en 2005, pocos podrían predecir su evolución en las próximas dos décadas. A diferencia de otras franquicias que luchan por seguir siendo relevantes, * Dios de la guerra * ha prosperado adoptando el cambio. El reinicio Pivotal 2018 transportó a Kratos desde la antigua Grecia al reino de la mitología nórdica, revolucionando tanto la presentación como el juego de la serie. Sin embargo, incluso antes de este aclamado reinicio, Sony Santa Mónica introdujo cambios más pequeños pero impactantes que aseguraron la longevidad de la serie.
Para que * Dios de la guerra * continúe su éxito, la reinvención es crucial. Con el cambio a la mitología nórdica, el director Cory Barlog expresó interés en explorar entornos como las épocas egipcias y mayas. Los rumores recientes han reavivado la especulación sobre un entorno egipcio, alimentado por el encanto de su rica y distinta mitología. Sin embargo, un nuevo entorno solo no es suficiente. Las entregas futuras deben reinventar la serie de la misma manera transformadora, los juegos nórdicos se basaron en los elementos exitosos de la trilogía griega.
El reinicio de 2018 alteró muchos aspectos de los juegos originales. Las plataformas de la trilogía griega y los elementos de rompecabezas fueron parte integral del viaje de Kratos, pero los juegos nórdicos eliminaron las plataformas debido a los cambios en la perspectiva de la cámara. Los rompecabezas fueron retenidos pero se adaptaron para adaptarse al nuevo diseño centrado en la aventura. El Roguelike DLC, *Valhalla *, para *God of War Ragnarök *, marcó un regreso a la arena de batalla de la serie, una característica de los juegos originales, al tiempo que vinculaba a las raíces griegas de Kratos tanto en mecánica como en narrativa.
Los juegos nórdicos * dios de la guerra * no son solo rehaciendo viejas ideas; Introducen innovaciones significativas. Estos incluyen la mecánica de lanzamiento única del Leviathan Axe, un sistema de parada que define el combate con varios tipos de escudo, y en *Ragnarök *, una lanza mágica para ataques rápidos y explosivos. Estas herramientas mejoran la exploración y el combate en los nueve reinos, cada uno con sus enemigos, imágenes y características únicas.
El cambio de la serie en la mecánica y la narración de historias refleja un enfoque único para el desarrollo de franquicias. Los creadores ven los juegos nórdicos no como secuelas tradicionales, sino como extensiones del viaje de Kratos. Esta mentalidad debe guiar entregas futuras.
Sin embargo, la reinvención por sí sola no garantiza el éxito, como se ve con *Assassin's Creed *. A pesar de los cambios frecuentes en la configuración y el período, la serie ha luchado por mantener la adoración de los fanáticos en las generaciones. El cambio a un juego de rol de mundo abierto con * Assassin's Creed Origins * diluyó la conexión de la serie a sus raíces asesinas, lo que lleva a reacciones mixtas. Intentos recientes como * Assassin's Creed Mirage * y * Shadows * apuntan a volver a conectarse con el juego sigiloso original de la serie y el entorno del Medio Oriente, con un éxito variable.
* Dios de la guerra* ha navegado hábilmente sus reinvenciones al preservar lo que Kratos hizo que los Kratos fueran convincentes y manteniendo sus raíces mecánicas. Los juegos nórdicos se basaron en el combate central de la trilogía griega al introducir nuevos elementos como opciones de ira espartana, armas innovadoras y diversos escenarios de combate. Estas adiciones mejoran la serie sin desviarse de su identidad fundamental, asegurando que la tradición se profundice en lugar de divergirse.
A medida que circulan los rumores de un entorno egipcio, el próximo * dios de la guerra * debe continuar evolucionando mientras honra lo que ha hecho que la serie sea exitosa. El reinicio de 2018 se centró en mantener los altos estándares de combate de la trilogía griega. Avanzando, la profundidad narrativa alcanzada en la duología nórdica, que transformó a Kratos de un guerrero impulsado por la ira en un complejo padre y líder, será crucial. La próxima entrega debe aprovechar esta fuerza de narración de historias mientras hace nuevos cambios audaces que podrían definir la próxima era de *God of War *.